30 agosto 2010

LA LAGUNA DE LA JANDA, LA MÁS GRANDE

Recuerdo a mi padre contándome que cuando llegó a Cádiz, allá por los sesenta, estaban desecando la laguna de la Janda. En mis numerosos viajes hacia Algeciras, por la carretera N-340, pude comprobar la existencia de los canales de desagüe que posibilitaron su desaparición y no podía dejar de pensar lo espectacular que debió haber sido esa gran llanura encharcada, ahora ocupada por campos de cultivo y parques eólicos (cada vez más numerosos).

La laguna de la Janda, actualmente desaparecida, fue durante años la más grande de la Península Ibérica. Se localizaba al sur de la provincia de Cádiz, concretamente sobre los actuales municipios de Medina Sidonia, Benalup-Casas Viejas, Vejer de la frontera, Barbate y Tarifa. Se ubicaba al norte de la N-340, entre Vejer y Tahivilla (Tarifa).


Mapa: http://www.lagunalajanda.org/

Esta laguna se configuraba como uno de los ecosistemas fluviales más ricos y y diversos de Europa, donde un clima benigno, la abundante caza y la fertilidad del valle del río Barbate hicieron de la zona un hábitat idóneo para las migraciones humanas que se adentraban a la Península por el Estrecho (algunos estudios demuestran un poblamiento humano desde el Pleistoceno).

De carácter endorreico, se situaba sobre una depresión de origen tectónico y ocupaba una extensión de algo más de 4.000 hectáreas. Era fruto de los ríos Barbate, Celemín, Almodóvar y otros arroyos menores. En los años de abundantes lluvias la depresión se inundaba formando un único humedal que podía abarcar los 50 Km² de extensión; en años más secos se disgregaba y se descomponía en una serie de lagunas (Rehuelga, Espartinas, Cabrahigos, Alcalá, Jandilla, El Torero, Tapatanilla y la Haba), entre las que destacaba la de La Janda por ser la más extensa.


Foto: Miguel Perea (http://www.tarifaweb.com)

A pesar de su gran extensión, fue una laguna somera, donde no se superaban los 3 metros de profundidad, y en la que destacaba una densa cobertura vegetal. Ésto, unido a su situación (sur de Europa), la convertían en un paso obligado y zona de descanso para millones de aves en la ruta migratoria entre África y Europa a través del Estrecho de Gibraltar. No obstante, otras residían y se reproducían en ella, muchas actualmente desaparecidas o muy escasas, como la grulla común, la focha cornuda, el avetoro, el morito, el águila imperial ibérica, la lechuza mora o el torillo andaluz.


Segando Castañuelas. Foto: http://historiacasasviejas.blogspot.com/

Su importancia es testimoniada por las numerosas pinturas rupestres (hasta 570) que encontramos en la zona y que representan numerosas aves como grullas, flamencos, avutardas, cisnes..., entre otros animales y figuras humanas.

Pese a todo, la desecación de la laguna se planeaba ya en el siglo XIX. En el siglo XX se redacta el primer proyecto y en 1936 se presenta de forma oficial el “Proyecto de desecación, saneamiento y colmatación de las Lagunas del Barbate”. Pero no sería hasta la década de los sesenta cuando se procede a su desecación total, siguiendo la línea de las grandes obras faraónicas tan comunes durante la dictadura franquista. Se justifica por razones sanitarias y agrícolas.


Años cincuenta. Foto: http://www.lagunalajanda.org

Para ello se instalan canales de desagüe y presas en los ríos Almodóvar, Celemín y Barbate. Conforme se desecaba la zona numerosas especies que veían alterado su hábitat fueron desapareciendo, como la avutarda o la grulla.

La gran llanura encharcada ha sido sustituida por suelo agrícola. Sin embargo, y nunca mejor dicho, “las aguas vuelven a su cauce” y en los años excepcionalmente lluviosos, como este último, se crea una lámina de agua que coincide en gran parte con los límites de los que fuera el humedal, lo que favorece que muchas especies de regresen y alimentan la ilusión de que su regeneración tal vez podría ser viable.

Zona inundada en la actualidad tras abundantes lluvias. Foto: Birgit Kremer (http://www.iberia-natur.com)

Zona inundada en la actualidad tras abundantes lluvias. Foto: Birgit Kremer (http://www.iberia-natur.com/)
Pese a la catástrofe ecológica, la zona sigue poseyendo un gran valor ornitológico, de hecho Birdlife International ha incluido la zona en su lista de áreas importantes para las aves (IBA´s) en España. Sin embargo carece de figuras legales de protección por parte de las administraciones competentes.
 

Foto: Todor Todorov. http://www.fotonatura.org/

Entre otras, destaca la Asociación Amigos de la laguna de La Janda, creada para promover la regeneración de la laguna (http://www.lagunalajanda.org/). Por otro lado existe un proyecto de la Consejería de Medio Ambiente, “Restauración de humedales de la laguna de La Janda” (2003), cuyo título genera confusión porque simplemente plantea la reintroducción de especies autóctonas y la restauración de pequeñas zonas lagunares que no hayan sufrido una transformación intensa. Por tanto, nada que ver con la denominación del proyecto. Además, de esto hace ya 7 años y las restauraciones de zonas lagunares brillan por su ausencia. Sin embargo, y paradójicamente, 30 años después de la finalización de las obras de desecación, se siguen realizando nuevos desagües en la zona (año 2003).

Foto: http://www.nodo50.org

1 comentario:

  1. ¿Tan díficil sería inutilizar los canales de desagüe? Las presas, desde luego, es imposible pero los canales... Por lo menos, cuando lloviera, las aguas tardarían más tiempo en desaparecer.

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